En este tipo de publicidad, el anuncio se basa en el testimonio o experiencia del protagonista que recomienda el producto o servicio. Puede ser un actor o una persona conocida y respetada en algún ámbito social, deportivo o en los medios de comunicación, con lo que se refuerza el valor intrínseco del testimonio. En ambos casos, el tono empleado ha de ser de gran realismo y cotidianeidad, como un extracto de la vida misma (slice of life), cuidando con esmero la credibilidad del mensaje y su manera de transmitirlo, para que el público objetivo lo perciba más como un consejo que como simple publicidad. Si se acierta en el delicado equilibrio entre aconsejar y vender, los resultados suelen ser brillantes. En el caso de optar por una persona famosa, se ha de tener muy en cuenta la imagen que proyecta.
La marca de jamones Navidul, eligió como prescriptor al cantante y presentador Bertín Osborne. Su
testimonio, potencia el mensaje ya habitual de la marca de que “no es necesario
probarlo para saber que es bueno”. En esta ocasión, se utiliza un argumento de
humor que juega con la costumbre de algunos antiguos emperadores romanos de
contar con “probadores” de alimentos para evitar ser envenenados. El
protagonista recuerda al sufrido “voluntario” que con Navidul, dada su calidad
contrastada, las pruebas están de más. Se trata de una idea sencilla que se ve
muy reforzada por la recomendación de una persona conocida y de imagen cercana
y afable.
¿Sabías qué...?
La decisión del actor Sean Connery de anunciar una marca
japonesa de whisky, no fue bien recibida en las islas británicas por los
consumidores de las marcas más clásicas de esta bebida de tradición escocesa.
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