Son empresas que llevan a cabo una política de productos y marcas denominada
“multidoméstica”. Son compañías relativamente desconocidas para los
consumidores, que, por el contrario, posicionan en el mercado multitud de
marcas muy populares. Unilever, por ejemplo, ofrece entre otras muchas marcas
Hellmann´s, Rexona, Axe, Maizena, Pond´s… Procter & Gamble está detrás de
Ariel, Dash, Pampers y de otros muchos nombres muy conocidos. Es una misma
manera de entender el marketing que les ha dado muy buenos resultados durante
muchos años.
Recientemente, sin embargo, parece
que la tendencia expansionista ha cambiado y este tipo de compañías persigue
reducir el número de las marcas creadas. Unilever, por ejemplo, anunció su intención de suprimir 1000 de sus
1400 marcas. Los enormes costes de distribución de tanta cantidad de productos
diferentes, puede ser una de las principales razones de tan importante
renuncia.
Otras “supermarcas” como Nestlé o
Molinos en Argentina, desarrollan estrategias publicitarias y promocionales
encaminadas a mostrarse y relacionarse ante el consumidor con las pequeñas
submarcas de su propiedad. Las ventajas de mantenerse a la sombra pueden a
veces presentar inconvenientes, que las empresas tratan de minimizar reclamando
de los consumidores la parte de atención que les corresponde.
La filosofía de empresas como Unilever o Procter
& Gamble de crear marcas
individuales para sus productos, contrasta con la tendencia a agrupar bajo un
mismo nombre en compañías japonesas como Mitsubishi, Toshiba, Sony, Yamaha,
Sanyo…