Sabido es que las piezas publicitarias suelen ir acompañadas de un jingle o sencilla composición musical muy pegadiza, que ayuda a memorizar y recordar el nombre de la marca. A menudo, se utilizan melodías que no llegan a copiar exactamente canciones ya conocidas y registradas, pero que sí las imitan y evocan. De esta manera, se elude el pago completo de derechos o royalties a los autores originales, pero se aprovecha el empuje ya conseguido por la música seleccionada.
Encontrar una banda sonora atractiva para un spot de televisión es un proceso también complicado, en el que se busca una música que en pocos segundos impacte y provoque emociones, en conjunción con una sucesión de imágenes llamativas al más puro estilo videoclip. Hace algunos años, la canción de Marvin Gaye “Ain´t no mountain high enough” para un anuncio de Telefónica Movistar realzó el papel clave de la música en publicidad y popularizó este tipo de asociaciones creativas.
Hay una tendencia más sofisticada que se viene utilizando con éxito en los últimos tiempos en el mundo publicitario. En realidad se trata de anuncios con una doble oferta en los que se publicita un producto, un servicio o una marca determinada a ritmo de un tema musical promocionado también por un grupo real de pop o de rock, que se beneficia igualmente de la repetición frecuente del mensaje acompañado de su música en televisión. Esta afortunada combinación ayuda a vender el producto en cuestión mientras las ventas de discos y el conocimiento de grupo aumentan también. En ocasiones, el tema musical se promociona dejando clara su asociación con la marca con alguna frase del tipo “la canción del anuncio de…”.
La música tiene una gran importancia en la construcción de las marcas. Las sensaciones y los recuerdos que asociamos a una determinada marca, suelen venir acompañados de una inseparable música que se hace un hueco y se instala de modo permanente en la mente de cada consumidor.
La utilización de la música en grandes superficies comerciales para facilitar estados de ánimo proclives a la compra, es también una interesante aplicación comercial de este recurso. Sus posibles componentes subliminales se han analizado ya detalladmente en EntenderDeMarketing.
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