“Ya es primavera en El Corte Inglés”. El famoso eslogan que Ramón Areces
encontró originalmente en Cuba en una campaña para promocionar las playas de la
isla (“Ya es primavera en las playas de Varadero”) encierra una de las claves
de actuación del gigante de los grandes almacenes: no se trata siempre de
innovar o de ofrecer algo nunca visto hasta entonces, sino de saber aprovechar
soluciones y servicios, combinándolos y adaptándolos a la oferta diaria. En
este sentido, El Corte Inglés fue pionero en ofrecer la ventaja añadida de un
parking gratuito para clientes o una tarjeta de pago asociada al propio
comercio. Son servicios que por sí solos ya existían, pero supo asociarlos a su
negocio y ofrecerlos como beneficios, ganchos ingeniosos para conseguir atraer
al cliente alejándolo del comercio de la competencia.
Más revolucionaria fue la
filosofía de satisfacción garantizada: “Si no queda satisfecho le devolvemos su
dinero.” Se trataba de un arriesgado compromiso que se reveló como un arma de
seducción poderosísima para atraer y mantener clientes. Actualmente muchas
otras tiendas y marcas apuestan por la misma política, pero el mercado suele
recompensar a quien llega primero. Cada año, en Expo-Electrónica, se ofrece
también la ventaja del servicio bautizado y potenciado publicitariamente como “MLL”
(Me lo llevo), gracias al cual los clientes con tarjeta de El Corte Inglés comienzan
a pagar sus compras en esa sección meses después de adquirir los productos. El
Corte Inglés también apuesta por un servicio de atención al cliente y un
servicio post-venta de calidad, pues conoce bien que la repetición de compra en
un mismo comercio no sólo depende de que el producto cumpla las expectativas.
No es sencillo encontrar la razón única de la gran aceptación de unas
multi-tiendas que no destacan por sus precios atractivos. Hay muchos
ingredientes, que a menudo se han considerado claves en la receta de éxito de
estos “megastores”: variedad abrumadora de productos de calidad media-alta, la
posibilidad de abrir listas de boda y realizar las compras de los artículos
seleccionados desde cualquier centro de la cadena, los períodos de Rebajas y
Semana Fantástica, las ferias temáticas de productos internacionales, las
celebradas colecciones de primavera… Otros detalles también tienen su
influencia: la iluminación, la cercanía de los vendedores (se intenta ya que
ayuden al cliente sin presionar la venta), la música, la variedad…
Las compras de Galerías Preciados en el año 1995 y de Marks & Spencer
en 2001, fueron dos grandes operaciones estratégicas que contribuyeron
decisivamente a potenciar la presencia de estos almacenes españoles en el
mercado. La expansión internacional comenzó posteriormente en Portugal,
abriendo centros primero en Lisboa y después en Oporto. Italia es la siguiente
escala.
Las ventajas de la diversificación de la marca han llevado a El Corte
Inglés a constituir un grupo de empresas entre las que destacan Viajes El Corte
Inglés, Hipercor, Opencor, Sfera, Informática El Corte Inglés…
Un imperio en constante evolución que ha recorrido un largo camino desde
los inicios, como un pequeño establecimiento de sastrería y confección en la
calle Preciados, de Madrid.
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